Una ciruela seca es cinco veces más efectiva como laxante que una ciruela fresca.¿A qué se debe esta cualidad? ¿Y qué otras propiedades tiene? ¿Varían mucho los nutrientes entre las piezas frescas y las pasas? Te contamos algunos secretos de esta fruta “edulcorada” que mejora tus platos mientras cuida tu salud intestinal.
Como todas las frutas, las ciruelas son un alimento saludable que debería formar parte de nuestra dieta habitual, en especial cuando está de temporada. Al comerlas, ingerimos agua (su principal componente), vitaminas A y C, carbohidratos simples y complejos, y minerales como el potasio y el fósforo, muy importante para cuidar nuestros huesos y dientes. Sin embargo, la característica más sobresaliente de las ciruelas es su probada eficacia como laxante natural.
Esta cualidad se debe a dos razones: una destacada presencia de fibra dietética (incluida la pectina) y de sorbitol, un hidrato de carbono muy utilizado como edulcorante en infinidad de productos light y que está presente de manera natural en algunos alimentos. El sorbitol, como explica la Federación Española de Nutrición (FEN), tiene una leve acción laxante. Y este efecto se potencia cuando consumimos fibra, un nutriente que por sí favorece el tránsito intestinal.
¿Es igual de eficaz una ciruela fresca que una ciruela seca? No, porque su perfil nutricional es bien distinto. Las pasas contienen mucha menos agua que la fruta fresca y concentran, por tanto, los nutrientes que las componen. Así, a igual peso, nos aportan más cantidades de nutrientes. En 100 gramos de ciruelas secas hay cinco veces más cantidad de fibra y de sorbitol que en 100 gramos de ciruelas frescas. De ahí que se recomienden para los casos de estreñimiento.
Pero las ciruelas secas no solo concentran fibra y sorbitol: hacen lo mismo con el resto de los nutrientes. Sirva como ejemplo este dato: tienen cuatro veces más azúcar y el quíntuple de calorías. Por tanto, debemos ser cuidadosos y recordar que si consumimos alimentos vegetales de forma cotidiana, lo más seguro es que no tengamos problemas para ir al baño con regularidad. Eso nos permitirá disfrutar de las ciruelas (sean frescas o pasas) desde el lado gastronómico, en lugar de pensar en ellas de manera funcional.

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