Pedro Pablo Díaz, presidente de Chileprunes, señala que frente a la baja del mercado ruso, debido a la guerra, surge como mercado alternativo Europa del Este.

Los mercados internacionales de productos alimenticios, se han visto agitados en 2022 por el encarecimientos de la cadena logística, la guerra entre Rusia y Ucrania, y la inflación que responde a factores multifactoriales. Todo lo anterior, no ha sido la excepción para las ciruelas secas provenientes de Chile, país que en los últimos años, ha sido el principal exportador global de este fruto.

En efecto, al primer semestre de este año, los envíos de ciruelas secas a cerca de 70 países en el mundo, sumaron 19 millones de toneladas, equivalentes a casi US$ 75 millones.

Sin embargo, uno de los aspectos más complejos del año ha sido el alto costo de la cadena logística, el cual, impacta los márgenes de la industria, en menor medida de la ciruela seca y, en mayor, de la ciruela fresca, la cual se destina principalmente a China, país que vive aun con intensidad las secuelas de la pandemia de Covid-19.

Todo lo anterior, lleva a que “los despachos deban manejarse con mucha anticipación, alrededor de 45 a 60 días, y a unos costos altísimos, algo que sin duda no es propio de esta industria, únicamente. Se está dispuesto a pagar precios superiores en logística, no se ve muchas ganas de especular”, indica Pedro Pablo Díaz, presidente de la Asociación Gremial de Procesadores y Exportadores de Ciruelas Secas de Chile, Chileprunes.

Frente al alto costo de la logística global, señala, ofrecer los productos a mercados más cercanos ha sido una buena opción para los exportadores, y en donde Latinoamérica -liderado por México- ha resultado ser un muy buen mercado. Brasil también asoma como uno de los 10 principales mercados para Chile.

Por otro lado, Rusia que fuera el principal destino de los envíos chilenos hace unos años, ahora en periodo bélico se está proveyendo de ciruelas secas provenientes casi exclusivamente de Serbia. Frente a esto, para las ciruelas secas chilenas parte de lo que se destinaba a ese país, ahora se redirige a una región alternativa como Europa del Este, siendo Polonia, un muy buen mercado.

Otro ítem a destacar del periodo es que China ha ido tomando “una fuerza sustancial”, dice el ejecutivo, como importador de la ciruela deshidratada chilena, y no solo de la fresca.

 

Materia prima

La producción mundial de ciruelas secas se mantiene con leve tendencia a la baja. En California, la superficie cultivada de ciruelas ha disminuido por distintas razones, generando una producción equivalente a unas 68 mil toneladas métricas, “cifras de producción que están para quedarse”, dice Pedro Pablo Díaz.

Además, la temporada pasada se contó con menores stocks mundiales por mermas en la producción de Chile, Francia y Argentina -por daños causados por la naturaleza-, y lo cual, influyó en un alza de los precios internacionales.

En Chile, el nuevo ciclo se muestra auspicioso. En los huertos, no ha habido heladas importantes, se ven buenos brotes y floraciones en el sur, mientras que en la zona centro – Región Metropolitana hay un poco de atraso, pero ha habido horas de frío suficientes y cantidades de agua caída adecuadas.  “En materia de producción soy optimista, aunque evidentemente debemos esperar los resultados de septiembre y que no se produzca una helada importante en los días que restan”, añade el ejecutivo.

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