Según la investigación publicada en la revista Food&Fuction, “consumir ciruelas puede ayudar mejorar el tránsito”. Un progreso que, como señalaba el estudio, no sólo previene el estreñimiento, sino que estimula la protección de la barrera intestinal y de paso reduce la producción de gases. En definitiva: nos ayuda a combatir la hinchazón.
Asimismo, otro estudio coincide en que las ciruelas secas, que destacan por su alto contenido de antioxidantes lo que, asimismo, combaten la ya mencionada inflamación y son capaces de reducir los niveles de colesterol.

Deja una respuesta